miércoles, 18 de julio de 2012

Entrada 1.


No quiero que nadie sepa quién soy, pues dejo en lo que escribo, tan inconsciente como inevitablemente, una parte de mi alma. El alma... esa presencia que desconozco enteramente. Temo ponerla al descubierto y que alguien, con mayor experiencia y talento que yo, así como un espíritu más noble y paternal, pueda descifrarla sin mi consentimiento. Y peor aún, que se niegue en rotundo a compartir conmigo el conocimiento de su esencia, la cual ignoro.
Así que, dejémoslo en que no tengo alma, y si la tengo, la he dejado al aire, de la misma forma en que Basil Hallward impregnó un matiz de la suya en aquel retrato maravilloso.


PD: Aviso de mis errores y contradicciones, que no son más que el reflejo de mi ignorancia.


"La más alta, así como la más baja de las formas de crítica, es una especie de autobiografía".
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